Mis lágrimas

Lágrimas... Lluvia...
Dolor... Amor...



Al fin, tras más de un mes después de que mi burbuja explotara, hoy, ha vuelto a crearse a mi alrededor. He vuelto a nacer, de nuevo soy la niña que conocéis desde hace meses... Esa jovencita sensiblona y parlanchina que pasaba sus horas muertas frente al ordenador intentado hacer felices a las contadas personas que la leían cada día. Ahora son muchas menos. No entiendo por qué me extraño. Es lo que tiene el abandono. Cuando no riegas una planta ésta se marchita. Mi blog es esa planta.

Lo abandoné durante muchos días. "Yo nunca lo haría", me dije, recordando ese anuncio en contra del abandono de animales domésticos. Pero sí, lo hice. Terminó la serie, al parecer bien, yo aún no me lo creo, y me confié pensando en que todo seguiría igual. Pero no fue así. Mi vida cambió. Dejé mi trabajo por la aventura que está por venir. Dejé mis noches en vela escribiendo para vosotros. Mis horas creando vídeos originales que mostraran lo que realmente siento por esta pareja que tanto echo de menos. Todo cambio. Y también nada.

Volé a más de 8.000 kilómetros de distancia. Conocí un país extraño que me ha atrapado y donde quiero vivir, donde quiero crecer y aprender con su inocencia... Me fui a China y mi burbuja explotó. Saqué el escudo protector, la mochila del viajero y me adentré en lo imprevisible, en lo real y cotidiano. Olvidé la música, la ficción, la verdadera esencia de las cosas que me mantienen viva. Aprendí muchas otras, pero coño, cómo eché de menos mi burbuja.

Hoy estoy en casa. Pero no en la que todas conocéis gracias al video de presentación que hice hace unas semanas. Estoy en CASA, con mi familia, allí donde empieza el Atlántico a ser África... En Canarias, mis islas, haciendo de la nada mi mejor forma de pasar el tiempo. Y ha sido aquí donde me he reencontrado, donde he vuelto a crear mi burbuja... De ella ha salido lágrimas... De los recuerdos que a muchos de nosotros nos hicieron entristecer... De la soledad que se siente cuando uno pierde, odia, extraña... Lluvia que cae de nuestros ojos y a la que he querido rendir homenaje con una de mis canciones preferidas. Os sonará, "Braveheart". Disfrutadlo porque nuestra pareja vuelve en diciembre y, al parecer, aún nos quedan muchas lágrimas por verter. Un millón de besos.