Lo que es la vida. Vosotros estaréis a punto de acostaros con la sonrisa más dulce y sincera que habéis esbozado en mucho tiempo y yo, tras despertarme de la cama de un respingo y contemplar este sueño hecho realidad, emprendo un nuevo día con la misma sonrisa... y mariposas en la tripa.
Lo primero que he hecho ha sido mirar mi correo electrónico y ahí estaban los mails de Nur. Sabía que me escribiría algo, lo sabía! y no os imagináis cómo lo agradecí porque aunque sabíamos que iba a caer el diluvio universal, por una parte tenía algo de miedo porque las cosas no fueran como todos esperábamos. Quizá los guionistas nos han acostumbrado así o yo sea una desconfiada pero prefería mirar los mails de Nur primero antes incluso que los vídeos del capítulo colgados por Senda en el foro de El Otro Lado. Pero, menos mal, yo no tenía razón y todo ha sido increíble, maravilloso, bestial, precioso... casi como esas historias de amor sobre Lucas y Sara que tantas veces hemos escrito y que jamás se convertían en realidad.
Me ha encantado Sara, he adorado a Lucas, me he emocionado en cada escena como hacía tiempo que no lo hacía. Porque allí los vi a ellos otra vez, al 100%, tal y como los conocí hace años. Sara ya tiene 18 años y Lucas está de vuelta de todo pero sus miradas estaban intactas, cristalinas, como cuando él la miraba de camino al cole o cuando ella le contaba como quería perder la virginidad. Ha sido un auténtico flashback a tiempo real.
De principio a fin, del primer al último video sentía como se me encogía el corazón al ver a estos dos enamorados. Se me ponía la piel de gallina cuando se miraban y el corazón me iba a mil por hora mientras Lucas la perseguía a lo largo del bosque. Casi no tengo palabras para expresar lo que siente mi corazón... sólo el amor puede hacerlo así que voy a intentarlo.
Lucas en la corrala. Nuestra corrala. Lugar de "¿sabes cuántos pasos hay de tu cama a la mía?", de "¿me lo dirás cada día?", de lluvia, tormenta y tempestades, de "si te pasa algo me muero Sara, me muero", lugar de "anoche soñé contigo"... Lugar donde Lucas ahogaba sus penas consumiendo un cigarrillo, intentando consumir así su pena por sentir la mirada indiferente de Sara pasando por su lado, por sentir la lejanía, el desamor. Se me encogía el estómago al verlo tan triste y solo, y las lágrimas que se acumulaban en sus mejillas mientras Lola hablaba con él, eran como pequeñas agujas que se me clavaban en la piel. No podía soportarlo.
La basura del amor
Sara mientras enseñando esa careta que tanto se ha creído durante los últimos meses, queriendo querer a Aitor, cerrando ventanas a la vida, al amor, a la mirada más maravillosa del mundo annegada en lágrimas, destrozando a Lucas con cada gesto, con cada palabra... Destrozándonos a nosotros al mismo tiempo.
¿Es tan duro amar DE VERDAD Sara?
Y nosotros quedándonos así, con la boca abierta deseando ir a por Lucas y abrazarle con fuerza para consolarle y decirle que todo va a ir bien, que no se preocupe, que pronto Sara se dará cuenta de que no puede luchar más de 24 horas en contra de lo que siente. Que el destino no se puede evitar por mucho que uno se esfuerce y que el verdadero y ÚNICO amor nunca, jamás se olvida.
Llegó el ansiado momento secuestro. Qué escenón por dios! No sé si opinaréis lo mismo pero me encantó la actuación de Sara y Lucas, me volvió loca! Esa Sara engreída, chulapona, pasota y... tan como Lucas! Era como si ambos estuvieran reflejándose en un mismo espejo. Tal para cual. Él desesperado y alucinando con la reacción de la "niña", preguntándose que cojones le pasa e intentado proteger su cara y cuerpo de los manotazos que le propinaba a diestro y siniestro. Un placer para la vista. Una escena de "peleilla" que estaba deseando ver. Cómica y trágica al mismo tiempo, que me hizo reir con lágrimas y llorar con una sonrisa. Que me hizo estar en ese coche con ellos, susurrándole a Sara al oido: ¿Quieres dejar de gritar y besarle por favor?
A mi que me secuestren! (y si puede ser Lucas;)
Mientras os escribo mi chico duerme en la habitación de al lado y, como Lucas, consumo mi cigarrillo junto a un delicioso café. Se me consumen las ideas pero no el amor que siento por esta maravillosa pareja. Gracias, gracias, gracias por existir Hugo Silva y Michelle Jenner. Lucas y Sara. Sois maravillosos.
Qué mirada de Sara cuando le quita la cinta de los pies, de sus manos y de su boca. Es preciosa. Qué ternura la de Lucas. Y vaya patada! Nuestra Sarita alias Bruce Lee me ha dejado con la boca abierta, vaya carácter tiene nuestra niña. Corre y corre intentando escapar de su otro corazón pero no sabe que es incapaz de respirar si él no está cerca de ella. Cuando conoces otro latir que marca el ritmo del tuyo no puedes resistirte, por mucho que te esfuerces, por mucho que lo intentes no se puede, es imposible.
Sara Lee
¿Y dicen algunos que las peleas de mujeres en el barro son sexys? Eso es que no han visto a Lucas y Sara. Qué morbazo por dios, qué pasión. Si es que se me ponía la piel de gallina al ver a Lucas ahí, sobre ella, cuerpo con cuerpo, sujetándola con fuerza para que no se escapara de él. Muy, muy sexy. Madre mía... hay que ser de hierro para no dejarse amilanar por esa mirada, por esa cara de nuestro Lucas... Por ese amor tan fuerte que siente por nuestra niña.
Pelea en el barro
Dicen que una declaración de amor tiene que empezar en la cabeza, pasar por los labios y la boca y terminar en el corazón. Lucas lo ha superado. Sólo su órgano más vital hablaba en ese momento. No importaban las hojas, ni el barro, ni la pedrada en la cabeza. Lucas se hundió en los ojos de Sara y se dejó llevar como nunca antes lo había hecho o como hacía tiempo que no recordábamos. No importan bombas atómicas, no importa que haya una guerra mundial porque cuando los brazos del amor de tu vida te protegen ya no hay nada en este mundo que te importe. Con su calor basta.
"Yo siempre me he sentido solo, siempre, aunque haya tenido a tu padre, aunque haya tenido a Mariano, a tu madre... pero en el fondo siempre me he sentido solo, SIEMPRE. Hasta que empezaste a quererme. Entonces pensé que lo mejor para tí era que me dejaras de querer porque yo creía que no era bueno para tí. Hice todo lo posible para que te alejaras de mi. Todo. Pero no sirvió de nada Sara, no..no puedo dejar de quererte porque cuando estoy contigo me siento distinto, me siento bueno, me siento mejor persona... por eso no puedo dejar de quererte. No puedo aunque lo intente con todas mis ganas, no voy a ser capaz nunca. Sara aunque cayese una bomba atómica aquí y se lo llevase todo por delante pero a mi me pillas abrazado a ti y me daría igual Sara, me daría lo mismo..."
La bomba atómica
Eso si que es una auténtica bomba atómica y lo demás son tonterías. Me quedé petrificada. No podía moverme mientras escucha a Luca hablarle así... era incapaz. Mis ojos no pestañeaban, mis manos no se movían, sólo las lágrimas caían a borbotones y empapaban el teclado del ordenador. Qué me importaba? Qué más me daba que cayera un misil norcoreano en el puto centro de Pekín??? Me daba igual!!! La mirada de Lucas en ese momento, las lágrimas de Sara empapando las hojas... Eso sí que merece la pena, por esto sí que vale todo. Fue un momento mágico, impagable que retendré en mi memoria por el resto de mis días.
Fueron geniales las explicaciones que les dieron a Paco, Mariano y Rita. Fue genial. La carita de niño bueno de Lucas, el pelo de Sara a lo "Algo pasa con Mary" me pareció sublime, un gag muy muy currado de los guionistas sí señor. Pero, como en todo, tengo una pequeña crítica. Es Rita. Mira que me cae bien la zagala pero creo que en ese momento hubiera sido mejor que Silvia entrara en acción, que fuera con ella con quien habla Sara. Os preguntaréis por qué. Pues porque Sara es más vulnerable con su tía que con su compañera de trabajo. Con Rita aguantó y aguantó hasta que le dijo que Lucas estaba loco por ella. Fue entonces cuando rompió a llorar y se quitó la maldita careta de su preciosa cara. Quizá si hubiera sido Silvia el momento me hubiera parecido más emotivo, hubiera tenido más corazón y significado, no sé si me entendéis. Pero bueno, lo importante es que Sara reaccionó, al fin! y que las imágenes que seguirían este acontecimiento nos iban a alegrar la vida.
Fuera caretas
Y llegó. Llegó por fin la lluvia en su mayor apogeo. Cuando vimos a Lucas frente al ordenador ya sabíamos lo que iba a pasar, ya no había marcha atrás, sólo adelante, con la cabeza alta. Apreté los puños y dejé, otra vez, de parpadear. La música maravillosa acompañaba a Sara con su dulce sonrisa mientras se acercaba a Lucas. Todo en cámara lenta, sosegado, para no perder ni un momento. La mano de la diosa se acercó hasta su cuello, aquel lugar donde las emociones son sensaciones y la piel no es sólo piel. Y lo tocó, sus dedos se deslizaron por donde nace el cabello y fue entonces cuando el mundo se paró a su alrededor. Lucas conoció el tacto, el calor, el olor... y se dejó llevar por los recuerdos que ello le traía. Cerró los ojos y la volvió a ver, de nuevo, como su niña, como la mujer que le enamoró y que estará a su lado cuando caiga la bomba atómica. Y ella también lo sintió, lo vio guiñar el ojo como tantas veces, su código secreto, pidiéndole que le espere y empapándose de amor por ella. La lluvia volvió a nosotros y yo me sentía la mujer más feliz del mundo.
La mano de la diosa
Feliz porque nuestra Sara ha regresado de entre los muertos en vida, porque echaba de menos su sonrisa pícara, el brillo que el amor saca de sus ojos. Y sí! Porque echaba de menos su cocina, nuestra cocina. Vaya homenaje el de anoche. De corazón, nunca esa casa había estado tan llena de emociones contenidas, de acercamientos pasionales, de amor en estado puro!!
Caricias
Millones de mariposas bullían en mi estómago. Sentía un cosquilleo deliciosamente insoportable. Una llamarada de calor y nerviosismo rociaba mis mejillas. Era como estar ahí, apoyada en la dichosa encimera, mirando como los dos amores de mi vida volvían a juntarse.
Y los sentí tan cerca, pero tanto, experimenté que era yo quien estaba sintiendo lo que ellos sentían, recordé lo que sentimos todos cuando amamos a alguien e intentamos acercarnos a él (o ella), esas maripositas en el estómago, ese corazón a punto de saltarse del pecho, y esa respiración agitada que apenas te deja articular palabra.
Ayer fui Lucas y fui Sara, porque como ellos yo amé, amo y amaré, y lo sentí en cada poro de mi piel, en cada latido de mi corazón. Tuve en mis manos la necesidad de acariciar y vivir esa electricidad erizando mi piel, notar como tiemblan mis piernas a cada paso y como mis ojos van y vienen de un lado al otro reconociendo cada centímetro de su cara.
Qué sensación más maravillosa... fue cuando entendí qué es lo que tiene esta serie y qué nos une a todas aquellas personas que sufrimos y amamos a esta pareja: el amor. Simple y llanamente. Adoramos a Lucas y Sara porque hemos amado con su intensidad y pasión, con su entrega.
Porque es vernos reflejados en nosotros mismos. Nosotros somos Lucas y Sara.
Nuestro amor
Su desesperación por abrazarse en el pasillo, como se agarran, como se besan, como se tocan... es nuestra desesperación. La que sentimos en lo más profundo de nuestro ser cuando volvemos a ver a nuestro gran amor, el ansia de olerlo, de sentirlo, de embriagarnos con su calor...
Es pura y simple desesperación. Deseas apretarlo fuerte contra tí, fundirte en él, ser uno solo y que nunca vuelva a separarse de tí. Es furia, rabia, pasión, deseo, cariño... Lo es todo.
Es la sensación más maravillosa del mundo... así que imaginaos verla en imágenes, frente a tí, en dos de los personajes más especiales que creará la televisión. Ha sido una obra de arte, un Picasso, un Dalí de la imagen. Porque nos han hecho sentir con esta escena lo que es el verdadero amor, el auténtico y único amor.
Un final... y el principio
Un capítulo sublime. El mejor de muchos, el más especial, el más significativo. Ha merecido la pena la espera verdad? Sólo espero que no ocurra como la última vez y que esta tormenta sea sólo un suspiro. Esta vez quiero que sea de verdad, que dure, que ese "sólo una cosa" que dice Sara no traiga cola más adelante. Por qué no lo pueden saber todos?? por qué no pueden gritarlo a voz en grito?? Espero que este secreto no les dañe en un futuro y también espero, por el bien de mi corazón, que a Lucas no le pase nada en el capítulo que viene. Que esté sano y salvo para disfrutar de su vida junto a Sara. Y, si le pasa algo, que al menos esté abrazado a ella, fundidos en uno solo, porque entonces, todo lo demás dara igual. Todo.