¿Ser o no ser?

Primeras horas en China y lo primero que hago al abrir mi correo es ver, otra vez, comentarios anónimos de personajes a los que le gusta llamar la atención. Qué manía con entrar aquí para criticar al personal... qué manía! Parece mentira que no se den cuenta de que insultándome a mi y mi inteligencia, también insultan a las cientos de personas que han entrado en este blog desde su fundación hará poco menos de un año. Qué cosas. Una que abre su correo con toda la ilusión desde el otro lado del mundo y ahí está, la maldita mosca cojonera volando por donde no toca. No, no y no. Dejadme en paz de una vez, en serio, no me molestéis con vuestras tortillas y comentarios ilegibles en jerga sms. Basta ya. No me hagáis perder el tiempo con tonterías y, por favor, respetad a las personas que ponen comentarios en el blog porque DE VERDAD les interesa y lo desean. No les faltéis el respeto. Podéis decir lo que queráis de mí pero no manchéis las entradas tan bonitas que escribe mucha gente con borderías y chulerías de niñata presuntuosa.

 

En fin, dicho esto, deciros que estoy bien, que llegué esta mañana a Pekín (4 de la madrugada hora española) y esta misma tarde voy a ver dos pisos en el mismo bloque donde viven mis amigos. A ver si hay suerte!! Lo bueno es que puedo mirar los blogs a través de una página con truquillo que borra las IPs de los ordenadores y así no saben que estoy en China. Además, mis amigos tienen wireless así que podré disfrutar de mis Pacos desde el portátil a las 8 de la mañana hora china que será cuando lo cuelguen en internet los de Antena 3.

Estoy feliz, feliz y abrumada. La ciudad está nevada y el frío polar te despeja de golpe a pesar de llevar dos días sin dormir. Es todo tan gris, tan... nuevo. Estoy expectante con el nuevo rumbo de los acontecimientos. Qué fuerte teneros tan lejos. No sabéis lo mucho que os extraño.