Algo simple pero que muestra muy bien lo que siento. Os mando un abrazo muy fuerte a tod@s los que me echan de menos. Yo también os extraño pero creedme, es mejor así.
Un achuchón enorme,
Mylo
27 de mayo de 2009
26 de febrero de 2009
Ciega
Busco y busco pero no los encuentro. Allí donde mire no veo a Lucas ni a Sara. Ya no están. Ni él ni ella. Se han ido y no sé donde. Tengo los pies paralizados, clavados en la tierra y tampoco puedo correr tras ellos. Podría decir que se han ido para siempre pero mi corazón aún los siente. Lejos, pero lo siente. Les dejó ir tras una fugaz visita a aquella pequeña ermita en el desierto. Y los vio alejarse en aquel descapotable imaginario, tras una nube de polvo y el ensordecedor sonido de las chicharras. Sonrientes, casados y felices.
Allí se quedó mi corazón y mis palabras. En aquel desierto, entre matorrales y serpientes de cascabel. Pero quedó feliz, solo y feliz. Porque logró imaginar un final feliz donde no lo había. Y se lo creyó. Después de esto no he podido ver nada más, ni caldos de pollo, ni sacos de dormir, ni abuelos haciendo el loco... Nada. Ni mi alma ni mi corazón han visto un minuto de esa serie desde entonces. Y no quiero pedir perdón por cerrar los ojos. Esta vez soy ciega porque no quiero ver.
22 de enero de 2009
Caldo de pollo
(de avecrem... SEGURO, porque con Lucas y Sara era un caldito bueno, de esos caseros que te regeneran cuerpo y alma... En fin, quien fuera boxeador para hincharse a dar puñetazos ante esta mamarrachada... Ay, cosas de la melancolía)
Don Lorenzo (Juan Diego), consciente de que está teniendo ciertos problemas de memoria, pide a Povedilla (Carlos Santos) que sea su lazarillo; su banco de memoria. Cuando Paco (Paco Tous) se entera, pide a sus hombres que hagan todo lo posible por hacer que el Comisario asuma su problema y vaya al hospital por iniciativa propia. La misión de Curtis, Povedilla (Carlos Santos), Rita y Nelson (Jimmy Castro) consistirá en hacer que Don Lorenzo (Juan Diego) empiece a plantearse que está loco.
En la Comisaría de San Antonio continúan investigando a Gayarre, el jefe de la banda mexicana que ha introducido droga en el país. De él solo saben que está obsesionado con las apuestas y con las peleas ilegales, entre ellas, las de gallos. Don Lorenzo (Juan Diego) encarga a Paco (Paco Tous) y Mariano (Pepón Nieto) que se infiltren en una de esas peleas.
La relación entre Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marian Aguilera) no atraviesa su mejor momento, y menos cuando llegan a las manos en la Comisaría delante de todo el mundo. Pepa (Laura Sánchez) decide que es momento de actuar por su cuenta y para ello hace una lista de los hombres con lo que ha estado para intentar quedarse embarazada. Por otro lado, Sara (Michelle Jenner) pide ayuda a Pepa (Laura Sánchez) para infiltrase en un gimnasio de boxeo en el que una chica murió en extrañas circunstancias.
En la Comisaría de San Antonio continúan investigando a Gayarre, el jefe de la banda mexicana que ha introducido droga en el país. De él solo saben que está obsesionado con las apuestas y con las peleas ilegales, entre ellas, las de gallos. Don Lorenzo (Juan Diego) encarga a Paco (Paco Tous) y Mariano (Pepón Nieto) que se infiltren en una de esas peleas.
La relación entre Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marian Aguilera) no atraviesa su mejor momento, y menos cuando llegan a las manos en la Comisaría delante de todo el mundo. Pepa (Laura Sánchez) decide que es momento de actuar por su cuenta y para ello hace una lista de los hombres con lo que ha estado para intentar quedarse embarazada. Por otro lado, Sara (Michelle Jenner) pide ayuda a Pepa (Laura Sánchez) para infiltrase en un gimnasio de boxeo en el que una chica murió en extrañas circunstancias.
Con el objetivo de poner fin a su relación y compromiso, Mariano (Pepón Nieto) queda a cenar con Salgado, pero no logra encontrar el momento adecuado para decírselo.
13 de enero de 2009
El documento gagaísta
A Don Lorenzo (Juan Diego) cada vez le funciona peor la cabeza y él sigue sin darse cuenta. Cuando le llaman del Ministerio para proponerle que negocie con ETA, Paco (Paco Tous) quiere evitar que su suegro pueda meterse en un lío gordo y Mariano (Pepón Nieto) propone ponerle a alguien que le vigile constantemente y que le grabe en vídeo para que Don Lorenzo (Juan Diego) vea con sus propios ojos lo que le está ocurriendo.
Paco (Paco Tous) y sus hombres estudian el caso de las manos mutiladas que aparecieron en el despacho de Don Lorenzo (Juan Diego). Las manos resultan ser del sospechoso detenido en la gasolinera, y por el que se acusó a la comisaría de racista. Se trata de una banda de crimen organizado mejicana, y saben el hotel dónde se alojaran tres supuestos miembros de la banda. A pesar de que tenían la orden de limitarse a la vigilancia desde una pensión, acaban instalándose en la suite de un lujoso hotel contigua a la de los criminales.
En una noche loca de fiesta, Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marian Aguilera) hablaron de tener un hijo, pero mientras que a la mañana siguiente Pepa (Laura Sánchez) no se acuerda de nada, Silvia (Marian Aguilera) está emocionada ante la idea de ser madre y quiere iniciar los trámites cuanto antes para que sea Pepa (Laura Sánchez) quien preste su vientre ya que ella no puede. Pepa (Laura Sánchez) no sabe cómo reaccionar ante la idea y no quiere herir a Silvia (Marian Aguilera) .
Por otro lado, Mariano (Pepón Nieto) confiesa a Paco (Paco Tous) que Salgado ya no le atrae y le surgen dudas sobre su propia condición sexual.
Paco (Paco Tous) y sus hombres estudian el caso de las manos mutiladas que aparecieron en el despacho de Don Lorenzo (Juan Diego). Las manos resultan ser del sospechoso detenido en la gasolinera, y por el que se acusó a la comisaría de racista. Se trata de una banda de crimen organizado mejicana, y saben el hotel dónde se alojaran tres supuestos miembros de la banda. A pesar de que tenían la orden de limitarse a la vigilancia desde una pensión, acaban instalándose en la suite de un lujoso hotel contigua a la de los criminales.
En una noche loca de fiesta, Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marian Aguilera) hablaron de tener un hijo, pero mientras que a la mañana siguiente Pepa (Laura Sánchez) no se acuerda de nada, Silvia (Marian Aguilera) está emocionada ante la idea de ser madre y quiere iniciar los trámites cuanto antes para que sea Pepa (Laura Sánchez) quien preste su vientre ya que ella no puede. Pepa (Laura Sánchez) no sabe cómo reaccionar ante la idea y no quiere herir a Silvia (Marian Aguilera) .
Por otro lado, Mariano (Pepón Nieto) confiesa a Paco (Paco Tous) que Salgado ya no le atrae y le surgen dudas sobre su propia condición sexual.
7 de enero de 2009
Y llegó el vacío.
Hace apenas 10 minutos que ha terminado el capítulo pero tengo muy claro, clarísimo, lo que siento: hastío, inquietud, frustración, miedo... Eso y mucho más. Es bien cierto que todos ya lo sabíamos, Lucas iba a salir menos en la serie, un par de capítulos y chim pum! desaparecido en combate hasta próximo aviso. Todos lo sabíamos. Sí, claro, pero había algo para lo que no estaba preparada. Una cabecera (o intro) sin Lucas, sin una imagen de Lucas, sin un sólo plano, NADA. Pero no sólo eso. Ni siquiera su nombre en los títulos de crédito de la intro oficial, ni un insignificante "con la colaboración de Hugo Silva"... NADA. (CORRECIÓN: Sí sale en los títulos de crédito cuando empieza el capítulo pero no en la intro!!! grrrrrr) Y eso mi gente, ha sido el mazazo del día. Aún, casi dos horas después aún no me he repuesto del shock.
Ocurre igual que cuando alguien a quien amas se va y sólo eres consciente de ello cuando ves su habitación vacía... Es en ese momento cuando sabes que se ha ido de verdad, y que ya no volverá. Puede que lo haga, claro, quizá dentro de dos o tres capítulos, pero ya no será lo mismo porque su habitación seguirá estando vacía. Solitaria... Pero llena de recuerdos. Ay... y duele eh? porque lo sabíamos desde hace meses aunque no quisiéramos creerlo. Nuestro Lucas, mi Lucas, el amor de nuestra Sara... él nos estaba diciendo adiós pero no queríamos escucharle, ni verle... Ahora no nos queda más remedio aunque yo no tenga la suficiente fuerza como para devolverle el saludo. Porque no puedo, porque no quiero. No me da la gana.
Y no le odio por desaparecer, por lograr su sueño. ¿Cómo podría? Yo, como Sara, también le hubiera animado a cumplirlo costase lo que costase. Aunque fuese a miles de kilómetros, aunque eso significase gastar cientos de euros en mensajes y billetes de avión... ¿Cómo podría odiarle por eso? Lo que no le perdonaré nunca, jamás, es que no se haya llevado a Sara consigo. No puedo... Porque esta serie sin Lucas y Sara no es lo mismo. Hubiera preferido mil veces que los dos dejaran la serie para siempre que esto... Porque este cuento de hadas no puede acabar así, inacabado, cojo. Porque nos vendieron la luna, el sol y las estrellas. Las tuvimos en nuestras manos y ahora sólo nos queda su reflejo en la ventana... Sus recuerdos.
Como a él, esto se me queda grande, el amor que se tienen estos dos me supera, me puede, me gana. Y porque se va a acabar, porque sin ellos dos en la pantalla cada martes este blog no tiene sentido. No habrá nada más que contar, ni que sentir. ¿O acaso piensan que soportaría algún devaneo de Sara con Aitor o Montoya? Ni de broma. "He estado 18 años enamorada de tí, ¿crees que porque te vayas varios meses te voy a dejar? " Todos sabemos que no, yo, tu, Nur, Lys, Giovanna, Kris... TODOS y TODAS. Porque este cuento de hadas no morirá jamás por mucho que los guionistas se estrujen los sesos para dar morbillo al asunto. Porque hasta lo ha dicho Paco, nada puede con este cuento, ni Carolina, ni el CNI, NADA.
Es curioso. Cuando los he visto en aquella cama como marido y mujer no se me ha movido nada por dentro, ni tampoco en la escena del montacargas. Estaba en shock, sabía que era simple miel para nosotras las abejas. Para dejarnos contentas ante la marcha. Era como si fueran extraños o, todo lo contrario, como hubiera estado más que acostumbrada a verlos así. Pero, ¿y la mirada a través del cristal cuando hablaba con Salgado? o el encuentro de miradas posterior? O los ojos de Lucas hablando de lo grande que es su amor por Sara? O la mirada de Sara cuando se entera de la verdad? y sus lágrimas cuando se está despidiendo de sus amigos?? Eso, ESO es lo que ha movido nuestros sentimientos desde hace siete años. Y eso es lo que vamos a echar de menos. Habrá llamadas, y mensajes sensuales, quizá puede que también lágrimas de extrañeza. Pero Carolina del Norte y San Antonio están muy lejos y aunque son los dioses más bellos que ha creado la televisión, sus miradas no pueden atravesar tantos kilómetros por mucho que atraviese nuestros corazones. Porque este cuento a tocado a su fin y nada volverá ser como antes. Y duele, vaya si duele.
La última imagen del amor verdadero fue la sangre de Sara en el altar y ni tan siquiera hemos tenido las respuestas a ese momento, ni mucho menos la reacción de Lucas tras el desmayo, pero, por qué??? Cuántas veces hemos visto a Sara sufrir por él?? Cuántas?? Nos pusieron la miel en los labios para quitárnosla después a restregones. No es justo. Hubiera preferido que el descapotable granate se hubiera perdido por el desierto, sin rumbo fijo, dejando tras de sí una estela de polvo y arena. Eso hubiera sido un final feliz. No esto.
Y ahora qué? me pregunto. Comencé a escribir de nuevo con la esperanza de renovar las ilusiones de algo que creció dentro de mí hace mucho tiempo. Lo intenté pero después de lo de hoy no tengo más remedio que abandonar. Lucas y Sara ya no forman parte de Los Hombres de Paco. Se acabó. Ni trío calavera ni encuentros en la corrala. Por no tener, no tenemos ni Los Cachis. Ahora es un bar modernetis con lamparitas Ikea y una barra azul eléctrico... Dios mío. Qué sacrilegio. En eso consisten los lavados de cara no? Nuestra serie ha vuelto a sus inicios con ese humor tan maravilloso con el que me he partido de risa pero, qué puedo decir?? pues que cojea, vaya si cojea. Sin Lucas no hay Pacos. Sin Lucas y Sara no hay magia.
Pero no estemos tristes vale? Hagamos una cosa: anclémonos en los preciosos recuerdos que hemos compartido durante estos años. Al fin y al cabo son esas imágenes, esos sentimientos los que han hecho inmortal este maravilloso cuento de hadas.
Ocurre igual que cuando alguien a quien amas se va y sólo eres consciente de ello cuando ves su habitación vacía... Es en ese momento cuando sabes que se ha ido de verdad, y que ya no volverá. Puede que lo haga, claro, quizá dentro de dos o tres capítulos, pero ya no será lo mismo porque su habitación seguirá estando vacía. Solitaria... Pero llena de recuerdos. Ay... y duele eh? porque lo sabíamos desde hace meses aunque no quisiéramos creerlo. Nuestro Lucas, mi Lucas, el amor de nuestra Sara... él nos estaba diciendo adiós pero no queríamos escucharle, ni verle... Ahora no nos queda más remedio aunque yo no tenga la suficiente fuerza como para devolverle el saludo. Porque no puedo, porque no quiero. No me da la gana.
Y no le odio por desaparecer, por lograr su sueño. ¿Cómo podría? Yo, como Sara, también le hubiera animado a cumplirlo costase lo que costase. Aunque fuese a miles de kilómetros, aunque eso significase gastar cientos de euros en mensajes y billetes de avión... ¿Cómo podría odiarle por eso? Lo que no le perdonaré nunca, jamás, es que no se haya llevado a Sara consigo. No puedo... Porque esta serie sin Lucas y Sara no es lo mismo. Hubiera preferido mil veces que los dos dejaran la serie para siempre que esto... Porque este cuento de hadas no puede acabar así, inacabado, cojo. Porque nos vendieron la luna, el sol y las estrellas. Las tuvimos en nuestras manos y ahora sólo nos queda su reflejo en la ventana... Sus recuerdos.
Como a él, esto se me queda grande, el amor que se tienen estos dos me supera, me puede, me gana. Y porque se va a acabar, porque sin ellos dos en la pantalla cada martes este blog no tiene sentido. No habrá nada más que contar, ni que sentir. ¿O acaso piensan que soportaría algún devaneo de Sara con Aitor o Montoya? Ni de broma. "He estado 18 años enamorada de tí, ¿crees que porque te vayas varios meses te voy a dejar? " Todos sabemos que no, yo, tu, Nur, Lys, Giovanna, Kris... TODOS y TODAS. Porque este cuento de hadas no morirá jamás por mucho que los guionistas se estrujen los sesos para dar morbillo al asunto. Porque hasta lo ha dicho Paco, nada puede con este cuento, ni Carolina, ni el CNI, NADA.
Es curioso. Cuando los he visto en aquella cama como marido y mujer no se me ha movido nada por dentro, ni tampoco en la escena del montacargas. Estaba en shock, sabía que era simple miel para nosotras las abejas. Para dejarnos contentas ante la marcha. Era como si fueran extraños o, todo lo contrario, como hubiera estado más que acostumbrada a verlos así. Pero, ¿y la mirada a través del cristal cuando hablaba con Salgado? o el encuentro de miradas posterior? O los ojos de Lucas hablando de lo grande que es su amor por Sara? O la mirada de Sara cuando se entera de la verdad? y sus lágrimas cuando se está despidiendo de sus amigos?? Eso, ESO es lo que ha movido nuestros sentimientos desde hace siete años. Y eso es lo que vamos a echar de menos. Habrá llamadas, y mensajes sensuales, quizá puede que también lágrimas de extrañeza. Pero Carolina del Norte y San Antonio están muy lejos y aunque son los dioses más bellos que ha creado la televisión, sus miradas no pueden atravesar tantos kilómetros por mucho que atraviese nuestros corazones. Porque este cuento a tocado a su fin y nada volverá ser como antes. Y duele, vaya si duele.
La última imagen del amor verdadero fue la sangre de Sara en el altar y ni tan siquiera hemos tenido las respuestas a ese momento, ni mucho menos la reacción de Lucas tras el desmayo, pero, por qué??? Cuántas veces hemos visto a Sara sufrir por él?? Cuántas?? Nos pusieron la miel en los labios para quitárnosla después a restregones. No es justo. Hubiera preferido que el descapotable granate se hubiera perdido por el desierto, sin rumbo fijo, dejando tras de sí una estela de polvo y arena. Eso hubiera sido un final feliz. No esto.
Y ahora qué? me pregunto. Comencé a escribir de nuevo con la esperanza de renovar las ilusiones de algo que creció dentro de mí hace mucho tiempo. Lo intenté pero después de lo de hoy no tengo más remedio que abandonar. Lucas y Sara ya no forman parte de Los Hombres de Paco. Se acabó. Ni trío calavera ni encuentros en la corrala. Por no tener, no tenemos ni Los Cachis. Ahora es un bar modernetis con lamparitas Ikea y una barra azul eléctrico... Dios mío. Qué sacrilegio. En eso consisten los lavados de cara no? Nuestra serie ha vuelto a sus inicios con ese humor tan maravilloso con el que me he partido de risa pero, qué puedo decir?? pues que cojea, vaya si cojea. Sin Lucas no hay Pacos. Sin Lucas y Sara no hay magia.
Pero no estemos tristes vale? Hagamos una cosa: anclémonos en los preciosos recuerdos que hemos compartido durante estos años. Al fin y al cabo son esas imágenes, esos sentimientos los que han hecho inmortal este maravilloso cuento de hadas.
Nuestro cuento.
5 de enero de 2009
3 de enero de 2009
De vuelta
Podría decir mil veces lo siento, pero aunque me repitiera hasta la saciedad no sería capaz de sentirme mejor por haber dejado esto abandonado tanto tiempo. Trabajo, falta de tiempo, de ganas y de inspiración. Para los que escribís en blogs o en un cuaderno que guardáis en algún lugar secreto entenderéis que o se tiene o no se tiene. Hay meses que escribes 100 páginas pero hay otros que apenas escribes una línea. Estás vacío, sin tinta. Así he estado yo todos estos meses.
Puede que hayan ayudado algunas circunstancias personales y profesionales. Vivir en China no es fácil y mi trabajo mucho menos. Es como si fueras una bolsa que no para de llenarse de agua y agua, de viajes, de experiencias, de tragedias, de alegrías... Y un día sín más, llega un momento que estallas y te conviertes en trocitos esparcidos por kilómetros a la redonda. Lo único que tienes a tu favor es un tiempo infinito para recoger todos esos cachitos de ti mismo y volverlos a juntar. A veces te lleva un día, a veces una eternidad. Otras, varios meses. Yo, si os soy sincera, no he contabilizado el tiempo para no sentirme aún más mal por haberos abandonado.
Pero ha salido bien, sí! Estoy contenta porque me siento más feliz que en todo el año que he pasado al otro lado del mundo. Es cierto que ahora estoy de vacaciones en España con mis padres pero ya antes de venir sentía que las cosas iban marchando. Para que nos entendamos, me quité esa nube negra que gastaba pá tó, como diría Lola y me dediqué a mi misma y al amor de mi vida, que buena falta me hacía!
Y he vuelto, y justo hoy me entero que también vuelven nuestros Pacos el 6 de enero. Bendita causalidad. Estaré ansiosa de compartir miles de sensaciones con vosotros. Millones!!
Yo también os he echado de menos. Mucho, mucho.
Mylo.
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