28 de febrero de 2008

La vida real

lhdp2100422myLo primero que he hecho hoy al levantarme ha sido abrir este blog. Estos ultimos dias he tenido mucho trabajo y ademas he tenido que comprar ordenador nuevo porque mi pobre portatil iba a estallar. Ya veis las consecuencias. Un teclado sin acentos y sin mi amada letra tan castellana asi que tendre que escribir como en Catalunya, con N e Y. Espero que no os importe. Como os decia, al entrar en mi blog me he encontrado con una grata sorpresa. Una chica, aunque ella dice que mas o menos tiene la edad de Lucas, nos ha contado su historia con Los Hombres de Paco. Es cierto que la conocio tarde, pero no por ello no esta menos enamorada de la serie que nosotros. Os dejare su relato para que lo leais y juzgueis vosotros mismos. A este anonimo tan especial solo puedo decirle que siga escribiendo porque lo hace maravillosamente bien y que, por favor, siga visitando este pequenyo espacio de alguien que como ella, tambien esta enamorada de esta fantastica serie y de sus protagonistas.

 

No me conocéis, pero llevo unos días leyéndoos. A todas vosotras. Os descubrí, por casualidad, mientras intentaba encontrar una manera de ver online un capítulo de la que, en este momento, es mi serie favorita. Sé que las hay mejores, pero muy pocas me han enganchado tanto. Muy pocas me han llegado tan dentro. Muy pocas me han hecho implicarme de esta manera y ninguna otra me ha calado hasta el punto de decidirme a escribir un mensaje como este.

Soy mayor que todas vosotras. Digamos que estoy entre la edad de Lucas y la edad de Sara, pero de entre los dos me acerco bastante más a él que a ella. No es propio de mis años hacer algo así, pero durante estos días he sentido cosas, he visto cosas y he leído cosas que me han preocupado. Un poco.
En primer lugar, he de decir que hasta hace mes y medio yo no veía Los Hombres de Paco. No es que no supiera de su existencia, ni que me viniera mal. No la veía porque no me daba la gana, y punto. De hecho, cuando la vi anunciada pensé que sería una tontería gigantesca. No me gustaba la cara de Paco Tous, Pepón Nieto me caía mal desde Periodistas y, aunque conocía (y admiraba) a Hugo Silva desde Al Salir de Clase, mi admiración no era lo suficientemente grande como para obligarme a permanecer sentadita delante de la tele para tragarme lo que, en mi opinión, no iba a ser más que otro tostón.

Los últimos tres años de mi vida no han sido muy fáciles para mí. Como tú, Mylo, he dejado la tierra en la que nací, a mi familia y a mis amigos, y aunque no he llegado hasta China y me he quedado en el mismo país, me ha costado (me sigue costando) adaptarme a una ciudad nueva, a una forma de ser nueva, a unas reglas de conducta diferentes. Para colmo, cometí el típico error de creer que estaba enamorada de la persona equivocada. Y no me refiero a un error como el que pudo cometer Sara al enamorarse de su tito Lucas, porque eso no me parece una equivocación, aunque suponga un problema para tus padres, para ti misma o para el amor de tu vida. Me refiero al tipo de error que convierte tu vida en un infierno, el tipo de error que te hace perderlo todo por una persona que en realidad no merece nada, porque tampoco quiere nada serio de ti aunque, de vez en cuando, le apetezca jugar a que sí. Que te ocurra eso con una persona con la que compartes techo es muy duro, sobre todo para alguien como yo.

El caso es que he estado muy sola, durante mucho tiempo, o tal vez no ha sido para tanto, pero el caso es que yo lo he sentido así. Una de las pocas personas con las que podía contar era mi compañera de trabajo. Le daba mucha pena verme triste y por eso, todos y cada uno de los miércoles del año pasado, me decía: “si te quieres reír, hoy ponen Los Hombres de Paco”. Yo le decía que no, que no tenía el cuerpo para semejante cutrada. Ella no se rendía. Llegaba el miércoles siguiente y me decía: “Nena, Los Hombres de Paco”, y vuelta a empezar. Hasta que, hace un mes y medio, me pillé una gripe descomunal y tuve que hacerle caso.
Hugo_Silva34Reponían el primer capítulo de la primera temporada. Lo vi anunciado cinco minutos antes de que empezara, y decidí esperar. Para mi sorpresa, me reí a carcajada limpia, se me olvidó la fiebre, las toses, la nariz enrojecida. Y tuve que darle la razón a mi compañera: había estado haciendo la tonta negándome a verla. Me había perdido tantos buenos ratos... Hoy por hoy, me he comprado las tres temporadas que hay a la venta y me las he tragado en poco más de una semana. Adoro a todos los personajes, las historias me parecen fantásticas y tanto ellas como el humor, tan de verdad, tan sincero, han conseguido que Paco sea como mi padre, Lola como mi madre. Soy nieta de comisario, mejor amiga de subinspector Moreno y cuñada incondicional de subinspector Fernández. Y hermana de Sarita, con la que estoy a las duras y a las maduras, como con todos los demás. A esto se le añade, ya fuera de mi imaginación, fui compañera de los Maristas con Povedilla, que como sabéis se llama Carlos Santos, y ya le admiraba en el instituto cuando hacía de protagonista en todas las obras de teatro. Impagable.

Me encanta la serie, me encantan todos y cada uno de sus elementos. Ahora mismo estoy viendo la quinta (que muchos llaman la cuarta) temporada en Antena 3, y hago lo que puedo por conseguir ver la segunda parte de la tercera (o la cuarta, o lo que sea, ya me entendéis). Porque, donde yo estoy, Sara aún ama a Lucas, Lucas aún ama a Sara, y Aitor no es más que una amenaza en la sombra, como ya lo fueran Ruth o Escobar.
Y yo también me he quedado pillada con su amor, también los quiero juntos. Sufro por ellos, río con ellos, lloro con ellos, lluevo con ellos. Su historia me emociona tanto que pienso en los dos muchas veces al día, ha llenado el vacío que sentía y ha convertido mis días, antes todos iguales, en horas repletas de risa y de calor. Y a veces lo paso mal, claro que lo paso mal, pero nunca demasiado.

Porque es eso lo que me preocupa. Que os leo, veo cómo os deprimís cuando las cosas se ponen feas. No podéis dejar que os afecte tanto, porque lo que Lucas y Sara querrían es haceros pasar un buen rato, hacer que olvidárais, como yo, los malos días, y ser parte de vuestra ilusión, no de vuestro sufrimiento. No os quiero dar más la chapa porque yo no soy vuestra madre, y además he escrito ya demasiado. Sólo me gustaría que pensárais un minuto en lo que os he dicho. Sed felices viendo la serie, que seguro que esos dos comen perdices, y nosotras con ellos. Aprovechad el regalo que supone ver cada capítulo y rezad para que las complicaciones sigan. Porque si se acaban, se acabará la serie. Y eso no, eso sí que no. ¿No estáis de acuerdo?

Besos a todas. Y enhorabuena por vuestro trabajo

 

Gracias a ti por compartir esto con nosotros.

1 comentario:

vicky dijo...

MYLO a esta persona hay que darle un premio escribe muy bien y me encantaria saver si creara algun blog por que me hago adicta a el como lo estoy al tuyo.
Un besazo

Siempre mirando al cielo

Siempre mirando al cielo
Mylo

Todas las gotitas que mantienen viva mi esperanza...