10 de febrero de 2008

Próximo capítulo: "La naturaleza del escorpión"

Texto por Ricardo Klein: Licenciado en Psicología,colaborador docente de la Escuela de Formación y miembro del Servicio de Asistencia a la Comunidad de AGBA 
 
El escorpión tiene mala prensa. Se lo conoce poco; es más, se conoce poco. Este animal –al ser atacado- responde con una rapidez asombrosa. Recuerdo el fallido intento realizado hace años, de poner y sacar una maderita entre las patas del escorpión antes de que éste picara. Imposible. Su velocidad de respuesta ante la amenaza era vertiginosa. Tal la naturaleza del escorpión.

Recordemos el relato de la rana y el escorpión. En la orilla de un río caudaloso el escorpión le pide a la rana que lo cruce al otro lado. Luego de negarse –por temor a ser picada- la rana accede a transportarlo, tras el escorpiano argumento de no poder matarla pues morirían los dos en las aguas del torrente. En mitad del río, el escorpión le clava su aguijón. La rana – moribunda- le pregunta el por qué, ya que ambos morirán ahora en la mitad del río. El escorpión responde: "Es mi naturaleza."

Naturaleza asesina, despiadada. Fama de mal bicho, con imposibilidad de cambio, ya que es biológica la causa, es algo dado por la naturaleza.

Ahora bien. ¿De qué trata la "naturaleza" del escorpión? ¿Es realmente el asesino malintencionado del relato? Y si así fuera ¿Por qué matar a la rana recién en mitad del río, uniendo al asesinato su suicidio? Sospecho que algo no cierra en este cuento.

Si el escorpión es la figura, el río es el fondo. Fondo que hace comprender la figura, y relatar otro cuento:

El escorpión pide a la rana que lo cruce, pues no sabe nadar; es más, le teme al
agua pues es un animal de tierra. La rana le cree y lo sube a sus espaldas. Se inicia el cruce. Imagino al escorpión sobre la rana, muerto de miedo. Más, un poco más. Están en medio del río. Distancia máxima de cada orilla. El peor lugar del río, el más alejado de la costa salvadora. El miedo estalla en el escorpión. Asustado, casi en pánico, reacciona frente al sentirse atacado. Y pica. Y mata. A la vez, muere.

Muere ya que no pudo registrar su miedo. Si le hubiera podido decir a la rana de su temor, ésta podría haberlo calmado, ayudado a atravesar el pico máximo del miedo en mitad del río. Para esto el escorpión tendría que haber registrado que tenía miedo; y saber de sí que al tener miedo, reacciona atacando sin registro del miedo. Saber que cuando va a atacar, en el instante anterior, padece de miedo. Quizá hubiera logrado que en lugar de sentirse atacado, registrara el miedo inhibiendo la acción. Pues esa es la "naturaleza" del escorpión. Teme algo, se siente atacado, y reacciona picando; y sólo tiene conciencia de esto último.

O sea que en lugar de un terrible asesino, la rana está ante un temeroso animal, poderosamente reactivo....
 
Entonces, quién coño será la rana y quién el puñetero escorpión???

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mylo!
El relato que acabas de explicar se lo ha dicho Pove a Lucas!!
jaja!!

besos!^^

Siempre mirando al cielo

Siempre mirando al cielo
Mylo

Todas las gotitas que mantienen viva mi esperanza...