Drama

¿Habéis caído alguna vez en el desagradable mundo de los celos? Esa sensación que te atrapa en el estómago y lo estruja como si fuera una naranja... Sientes mareos, se te revuelven las tripas y el vértigo se apodera de tí. No puedes respirar. Te cuesta coger aire. Un inmenso vacío, casi infinito, se adueña de tu pecho y no puedes comer, ni pensar, ni hablar... sólo sientes. Sólo sufres. Sólo lloras. Te sientes caer en un pozo sin fondo. Sientes tus lágrimas caer por tus mejillas y quieres morir. Pero no una muerte física, sino espiritual, sentimental... porque no quieres sentir más, ni sufrir, ni ilusionarte... Algo muere dentro de tí y, a la vez, un temor indefinible te atrapa...

No sé si alguna vez habéis sentido algo así. Lo llamo celos porque se trata de sensaciones físicas y psíquicas que he padecido alguna vez ante un mensaje desconocido a mi chico o una llamada, o una antigua novia que aparece en escena... Sólo había sentido eso alguna vez en mi vida y eran eso, celos. Pero todo cambio hace unas semanas aunque ha sido hoy al mediodía cuando me he dado cuenta. Estaba disfrutando de una deliciosa comida en casa de los padres de mi novio mientras veíamos las noticias de Antena 3. Como suponéis he visto el anuncio y más tarde el avance. De nuevo, CELOS. Ese puto nudo en la garganta y un dolor intenso en el estómago que me ha evitado probar bocado. Se me ha quitado el hambre, la risa, la palabra, el color de la cara... Creí que parte de mí se iba marchitando, poco a poco... Y eran celos, era lo mismo que había sentido en contadas ocasiones. Ví a Sara con los ojos cerrados en la corrala, con el pelo recogido un fuerte viento le azotaba la cara mientras se oía de fondo: Por qué me haces elegir? (o algo así) . Estaba como pensativa. Preciosa. Pero ya no es mi Sara. Lo intento, pero no. Después salía Lucas sin camiseta en la corrala... Espectacular. Pero tampoco es mi Lucas. No puede decirle a Sara un día que está enamorado (de Carlota), cruzar un par de palabras con ella, no decirle que pensaba en ella antes de morir y al día siguiente regalarle dos billetes a Madagascar... Así no. Roma no se construyó en un día y siendo Sara... ni en años. Muy mal. Esto no se lo cree nadie.

Poco después vino el resumen de la semana... y ya sí que morí. Caí en picado, como un kamikace y me estrellé contra el suelo... Podéis llamarme exagerada pero sentí mareos y un abismo frente a mí. Tuve ganas de vomitar y me dije no puede ser, no puede ser... Salen Sara y Aitor besándose megasúperapasionadamente en el patio de la corrarla, los dos mojados de la cabeza a los pies. Eso sí, vestidos. ¿Sabéis lo primero que pensé? Sara lleva el mismo peinado que en el anuncio... y entonces zas! me sacudió una idea que me robó la palabra durante minutos. Y si el viento que aparece cuando ella piensa en la decisión con los ojos cerrados avecina tormenta??? Y si llueve luego y la imagen de Aitor con Sara sucede más tarde, cuando están los dos empapados?? es que el beso es demasiado.. muy fuerte... Y mi cabeza fue demasiado rápido como para pararse en detalles. Nos robaron los Cachis, los mensajes en el móvil.. Nos robaron Pignoise y su "te entiendo"... ¿Nos robarán también la lluvia? Os juro por este blog y mi corazón que si esto pasa en el próximo capítulo no escribiré ni una sola palabra más. Tenéis que entenderme... Esto me supera. Me hace daño, me lastima. He convertido este amor en algo tan mío que ahora siento como si me estuvieran engañando, como si fuera mi propia pareja el que me engañara... Nur lo sabe. Ayer hablamos por teléfono bien entrada la madrugada... Me dijo algo que me heló la sangre... "Es que lo que hemos visto los últimos meses es LA MITAD de la serie"... Bien cierto. Dos temporadas soñando con el amor entre Lucas y Sara, sus encuentros e ilusiones... y otras dos temporadas sufriendo como imbéciles... La jodida mitad de la serie... Y a mí que se me ha pasado como un suspiro. ¿Qué habrá más temporadas? Sí, ya bueno... Pero el daño está hecho. Y ya no puedo más ... Prefiero que esto se quede como está, como lo que fue, antes que seguir martirizándome con capítulos que son como puñaladas en mi corazón.

La lluvia es nuestra, nuestras son sus gotas húmedas en las sonrisas de Lucas y Sara, nuestra es la corrala y las ropas empapadas bajo la tormenta... Si nos roban esto, nos roban todo.

TODO