La propia página de Antena 3 lo dice alto y claro: "Está constantemente alerta. Duerme con la pistola debajo de la almohada. Es un hombre de acción. Las teorías y los manuales policiales no van con él, pero desde su experiencia y forma de ser, nunca duda. Nunca valora las consecuencias de sus actos hasta que es demasiado tarde."
Lo repito. Alto y claro: Lucas vive al límite.
El Subinspector Fernández no siente, no actúa, no reacciona si no hay algo que está a punto de explotar. Él mismo es pura dinamita. Y también sus sentimientos.
¿No recordáis aquel? "Me voy a Dublín dos años para estudiar Bachillerato" Acción reacción. Fue la primera vez que algo vimos en Lucas, algo de verdad. Ha habido muchos momentos en los que sabíamos que quería a su sobrina preferida, que tenía miedo de perderla. Pero nunca así. Fue el primer beso. El primer "te odio" y sus bocas se unieron por primera vez. Causa y efecto. Así es Lucas.
¿Y aquel rescate? "Me da igual que seas su padre, me da igual que tenga 17 años, porque le prometí que le iba a decir todos los días que la quería..." La vida de su niña estaba en peligro. Lucas puso su mundo al revés por salvarla. Decidió dejarlo todo atrás por lo que él creía que valía la pena. Se arriesgó y ganó. Aunque sólo por tres meses. "Si me quieres dime que no me quieres... no te quiero... si me quieres dime que nunca estaremos juntos...nunca estaremos juntos.... si me quieres dime que soy una cría.... eres una cría". Lucas estaba al borde de la muerte. Moría congelado y no podía irse sin más. Frente a frente con Paco fue sincero. La quería. Iba a morir y lo supo.
El chico más duro de San Antonio vive al límite. Acción-reacción, causa-efecto. Así es él.
2 de mayo de 2007
Al límite
Pensamientos de Mylo en 0:35
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1 comentario:
Madre, tienes toda la razón. Qué bonito todo lo que se han dicho, todo lo que han hecho. Lo echo de menos ;___;
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