Nuestra caja de sueños

Hola a todos, reitero mis disculpas por haber estado dos días desaparecida... Lo siento mucho, no sabéis lo mucho que os echado de menos a todos. Lo digo de corazón. Quería dedicar mi último pensamiento del día a vosotros, a nuestra serie y el amor que sentimos por ella. Leí un mensaje de Nico hace unos minutos que me hizo pensar muchas cosas... Dichosa televisión, ¿verdad? Como un trasto así puede hacernos sentir tantísimas sensaciones y sentimientos. Seguro que sabéis de qué os hablo. Esas maripositas en el estómago cuando, por primera vez, Lucas se reconoció a sí mismo que sentía algo por Sara cuando la fue a ver a su habitación después de que ella se enfadara por verlo besarse con Silvia en la cocina. Aquel "no te esperaría ni cinco minutos" que le dijo la niña le llegó al alma y allí, sentado junto a Sara en su cama con esa chaqueta roja dejó la mirada perdida y tuvo un flashback... Sara en el coche, Sara dándole un beso, Sara, Sara, su niña. Entonces hormiguitas recorrieron cada rincón de nuestra piel y lo supimos. LA QUIERE, joder, LUCAS QUIERE A SARA!!!! Increíble pero cierto: la niña logró enamorar al poli duro.

¿Qué me decís de aquel primer beso? Esos "¡te odio!" tan sentido, esos golpes en su pecho y como luego buscó su boca con ansia... ¿Qué sentísteis entonces? Yo, pelos de punta, lo juro, como escarpias!!! Qué locura la nuestra... Y que bonita locura. Después han venido docena de momentos, más de una veintena y siempre hemos sentido algo, por poco que fuera, que nos ha hecho sentirnos más humanos. Para que luego digan que somos "raros" o unos "freakis" por estar enganchadas a la historia de amor más bonita jamás contada. ¿Qué quieren? ¿Que juguemos durante horas a las Play Station en vez de hacer los deberes o que estemos enganchadas a pelis porno o películas de serie B?. No. Todos y todas las personas que abren cada día este blog son mucho más que eso. Son personas con corazón, con mucho, mucho, muchísimo corazón. Que aman por encima de todo y lo mejor, aman el amor en todas sus vertientes y sentidos. Sea televisivo, paisajístico, musical... No importa el formato porque lo que importa es sentirlo. VIVIRLO.

Sara y Lucas lo contienen, lo respiran, lo encierran en todos y cada uno de los momentos que están juntos. Pueden estar discutiendo, abrazados, desayunando, Sara puede hablar con Aitor, Lucas puede besar a la siesa pero no importa. Porque está ahí, escondido, ajeno al mundo que le rodea, espectante ante una mirada, el roce de la mano... Está ahí porque nosotros, sí, NOSOTROS lo vemos y los sentimos. Sí!!! Somos nosotros quien hacemos crecer este sentimiento y lo aumentamos cada día. Nadie como nosotros cree en ellos, ni siquiera los propios guionistas porque, para ellos, Lucas y Sara son simples personajes que crearon en su día y que lamentablemente no han sabido cómo desarrollar. Crearon obras maestras, una pareja perfecta a nuestros ojos. Pero en los últimos capítulos Sara y Lucas se han perdido, me cuesta reconocerlos... Sara sonríe demasiado, Lucas ya apenas lo hace... Todo es un caos y nada tiene sentido. Sólo nosotros seguimos mirando al cielo. Somos nosotros quien creemos en el amor, en la lluvia y en que todo es posible.

Nada podrá con Lucas y Sara. Ni con nosotros. Ni siquiera la peor de las sequías.
Gracias por seguir ahí.

Milbesos,
Mylo.