Sentimientos bilaterales

Qué paradoja. Ahora, mientras mi corazón busca qué escribir, tengo miedo. Un pavor horrible a no poder plasmar en palabras lo que estoy sintiendo en estos momentos. De verdad, estoy temblando y tengo los ojos tan hinchados que no sé si mañana tendré que hacer uso extra del tapaojeras milagroso de YSL. Dios mío, si apenas puedo abrir los ojos... Tanta felicidad me ha hecho llorar de alegría como no lo hacía hace meses. Lo juro.

Hace dos horas que acabó el capítulo pero antes me ha sido imposible ponerme a escribir. He visto los vídeos más de veinte veces cada uno y además, antes he querido que todas vosotras pudiérais disfrutar de ellos a través del blog. Así los conservo conmigo, en mi rinconcito del mundo dedicado a Lucas y a Sara. ¿Cómo puedo empezar esto? Puf... Sí, ya lo sé. Un milagro. Así es. Este capítulo ha sido un milagro puro y duro forjado por los guionistas. Y a saber qué guionistas. Tendré que mirar los títulos de crédito porque a mí esto me huele a la lluvia de la segunda temporada. ¿Habrán tirado de nuestros guionistas shippers preferidos? Ojalá. Como os decía, ha sido un chaparrón en pleno desierto del Sahara.

Os juro que hace semanas pensé que estaba todo perdido, que este amor lo estaban contaminando con tantas tortillas y siesas amargadas. Creí que nuestro tito y nuestra niña no volverían a quererse jamás como lo hacían antes. Pero hoy, ay niñas, hoy el cielo se abierto ante todos los shipper para hacernos el mejor regalo del mundo: instantes de mutuo amor. Pero MUTUO. Nada de: se nota que Lucas la quiere pero a Sara se le cae la baba con el pollomoco o al contrario, Lucas la manda a paseo mientras ella le manda mensajes desesperada. No, de eso nada. Hoy el amor estaba en al aire en todos y cada uno de los instantes que Sara y Lucas estaban en escena.

Pero, ¿qué me decís de ese "hola Sara" que ha dicho Lucas cuando ha ido a su casa? Y esa sucesión de miradas de ambos... y ese afán de la niña de que él crea que está contenta por él y que está ahí para lo que necesite. Qué linda es por dios. Esta niña hoy se ha ganado el cielo, lo juro. No sólo estaba preciosa, más que nunca, sino que sus ojos han dicho tantas cosas, pero tantas... Y él? nuestro poli duro se ha quitado esa coraza que no le dejaba respirar, por fin ya no finge, por fin ya mira a nuestra niña como antes, por fin la busca con sus ojos, por fin y aunque sea en otro contexto, le dice que sigue enamorado de ella.

Pero hay un momento que pasará a la historia de esta serie, de mi blog, de mi mente y de mi corazón, y ha sido con el ¿estás enamorado?. No había llorado tanto en ningún capítulo. Podéis creerme, en ninguno. La cara de Lucas cuando le dice Sara que su novia es muy guapa, pero, no os fijásteis?! como le temblaba la mano??? si parecía que quería levantarse hacia su niña y abrazarla hasta el final de sus días! Había tanta emoción contenida, tanto amor... Y Sara, uf, cuando él le responde sí mucho con un semblante capaz de hacer añicos mi corazón, pero de alegría, porque sus palabras han traspasado la pantalla y se han clavado en mi alma, sí, en lo más profundo de mi ser. Y sus ojos. Ay sus ojos. Sara, ¿lo has visto? te lo decía a ti mi niña, a ti! Y como ella ha tenido que coger aire hasta casi hacer estallar sus pulmones para decir que se alegraba por él!!! Casi se desmaya del esfuerzo y no ha podido evitar recordarle lo pesada que había sido con mensajes... y hasta me metí en tu cama, dijo, qué linda por dios. Mientras, él la miraba, melancólico, deseando volver atrás y que su Sara hiciera todo aquello que hacía antes por él.

Apoteósico, sin duda. Sentada en mi sillón y aferrada a mi cojín preferido temblaba como si estuviera a diez grados bajo cero. Mi cuerpo estaba presenciando algo tan ansiado, tan anhelado en las últimas semanas que apenas se lo creía...aunque lo más duro estaba por llegar. Me sentí como si me hubieran dado una sobredosis de droga aquellos que llevan meses intentando que la deje. Mi cuerpo no sabía como reaccionar a ella! y mucho menos mi corazón! Sé que el ejemplo no es muy bueno pero es así como me siento! Fue una sorpresa. Un guiño que jamás pensé que pasaría a estas alturas. El vestido. Nuestro vestido. De nuevo el milagro gracias a un flashback emocionante. Lucas y Sara en los Cachis, en esa escena que tantísimas veces he echado de menos, que tanto recordábamos para no caer en un pozo de tristeza. Y, de nuevo, otro milagro más. Pero este el mayor de todo el capítulo, al menos para mí, porque que salgan las imágenes de ellos bailando y felices fue sublime pero que pusieran el trozo en el que Lucas dice LA FRASE, esa frase que está entre nuestras preferidas QUE VA A LLOVER UNA TORMENTA QUE LO VA A ARRASAR TODO, qué queréis que os diga, me parece que significa mucho más de lo que parece. Pero mucho mucho. Es un avance condensado. Ya que nos dejan con las ganas al final del capítulo lo ponen en versión remember. Os lo digo. Es premonitorio, sino, por qué lo iban a poner?? ahhh, empecemos a cavilar entonces..

Ay mi gente, cómo lloré y como lloro todavía (he vuelto a ver la escena, ay)Me tomaréis por loca pero me tape la boca con ambas manos y empecé a sollozar como una desconsolada. Esa vez y todas las que he vuelto a ver las imágenes. Estas se quedan en mi top five, no sé en el vuestro pero uiiii, ya os contaré mañana cuando me mire al espejo. Mis ojos serán el mejor espejo de mi alma. Y la canción?? buf, pero si es que esto es un non stop. Ya os lo digo: AMOR MUTUO, por eso estamos tan felices esta noche. Porque las miradas de Sara y Lucas han estado a un 50%. Porque quizá las de Lucas en su casa fueran más intensas que las de ella pero y en la iglesia? ahí la niña se lleva la palma. ¿Qué digo la palma? El puto palmeral entero!!! Porque el sin tí iba para él eh? y no para el pollomoco fetorro que se ha echado por novio.

Siento mis espitosas palabras que parecen no tener fin pero es que hoy tengo ganas de comentar la jugada y luego, si no consigo dormir, os pondré lo que siento.

Os ruego que perdonéis todo el lío pero es que tengo tantas cosas en la cabeza que me va a estallar!!! Quizá mañana tenga mi corazón más amueblado. Os aseguro que hoy no cabe en mi pecho de gozo. Soy feliz, como no lo era en muchos meses. Gracias por apoyarme y por animarme a seguir creyendo. Ha valido la pena. GRACIAS