Y volar, volarrrrr!

Lo admito. El capítulo no estuvo mal. Gracias a Pao he descubierto que la web de Antena 3 emite el capítulo durante una semana hasta el próximo. No está nada mal, sobre todo cuando tienes un trabajo tan imprevisible que puedes ver el capítulo aferrada a tu cojín preferido o quedarte con las ganas acoplada a la pantalla de 19 pulgadas en la que estoy escribiendo en estos momentos. Hoy he venido pronto al diario. Tenía que enviar un suplemento a rotativa sobre las tres de la tarde y ya me he quedado a escribir un poco. Total, a las 8 empiezo el cierre del diario. Puto cierre. Pero bueno, ya he tomado una decisión sobre mi futuro (para más información buscar futuras entradas en mi blog personal, la dirección está en mis links).

Sigamos con nuestra serie preferida. Gracias a la web he podido ver el capítulo desde el trabajo, aquí internet va como el rayo y la pantalla es casi más grande que la de mi propia casa así que la experiencia ha sido gratificante. Repito, no ha estado nada mal el capítulo. Sobre todo nuestro trío lalala. Mariano se ha salido con sus pinzas de las chuletas, Paco con esa camisa llena de sangre y Lucas, mi Lucas, ha vuelto a ser el puto loco de siempre. Gracias por volver y por hacerme reir a carcajada limpia. Merci por retornar la esencia de esta serie tras muuuchos capítulos soporíferos. GRACIAS!

Como viene siendo habitual, las escenas del prebodorrio me han sobrado pero también admito que eran necesarias. Y Pove, para qué negarlo, ha estado sembrado. Muy bien chico, cansino, pero bien. Eso sí, tu prometida... uf, uf, uf. No la pintan más tonta y más inculta porque no pueden. Vaya panda de machistas gilipollas son estos guionistas. La pobre no sabe ni hablar y con lo de zagalico y zagalica me trae por la calle de la amargura. Qué pesadilla de personaje.

En cambio, Lola se salió. Dios mío, cómo la extrañaba. Me había olvidado de lo increíble que era su personaje. Los anormales de carrito que tenemos por guionistas habían acabado con ella, la habían enterrado ante nuestro asombro. Dios. Y en el capítulo del miércoles volvió más fuerza que nunca. Tres hurras para Lola. HURRA, HURRA y HURRA.

Cómo palpé el aroma a tormenta en cada una de las escenas en las que participó. Pero, por dios, nadie escucho ese: "voy a recoger esa ropa que yo creo que va a llover". Ahhhh, si casi me da algo cuando de repente veo a Lucas en cámara lenta junto a su hermana y el jeto de Sara al contemplar la escena. Ay, ay, pobre niña que se quedó patidifusa al verlo con el yogurín. Y Lola, esa madre ahí, pendiente del tema tras verla con Aitor: "Lucas vive en la puerta de al lado, Sara...y no va a ser fácil". Si es que no quepo en mí de gozo. Y bueno, no queda ahí la cosa, cuando llega Rita y le pregunta qué le pasa a la niña... Qué momentazo!!! La tontica dice verdades como puños!

LOLA: "le baila la baba a Aitor, pero luego ve a Lucas y se pone toda mustia".

RITA: "Es que ser feliz cuesta porque lo tenemos ahí y no queremos cogerlo. El ser humano tira para el drama. Pero, al final, todo sale bien, como en las películas"

Yujuuuuuuuuuuuuu! Qué pedazo de mensaje encubierto que se cascó la colega. Empiezo a pensar que no son tan tontos estos guionistas. Uf, respiré hondo eh?, lo juro. Y ya, cuando llegó el momento cojones de Sara... buah, no pude con mi vida. RESENTIDA, estás RESENTIDA, le dijo Lola. Sí señor, muy bien dicho mami, si es que nadie nos conoce mejor que nuestras madres. ¿No quieres que Lucas sea feliz?, toma de nuevo, toma! Y ella, HIPÓCRITA, llamó a su padre HIPÓCRITA. Bien coño, bien. La niña empieza a ser lo que era: una loca enamorada. Un loco y una loca. Uno más uno, dos. Ummm, benditas matemáticas.

¿Y las miradas? ¿Qué podéis decirme de eso? Ay que se abrirá el cielo y caerá una tormenta que lo va a arrasar TODO. Sí, como lo leéis. He visto el cielo abierto cuando Lucas y Sara se miran mientras él entra con su hermana en casa, he visto lluvia en los ojos de Sara cuando su madre le habla sobre el amor, noté las chispitas en mi piel cuando ella le habla con malos modos a Aitor en el momento medias (jódete niñato!), percibí el olor a tierra mojada con el cruce de miradas en el salón mientras Paco se lleva a Don Lorenzo a la ducha. Lo sentí, lo juro que lo sentí. Y, ¿para qué negároslo? Volví a creer. Supe que esto no estaba acabado.

Y Nur, sí, el avance es APOTEÓSICO. Qué mirada triste de Lucas, dios mío, salió de la pantalla del ordenador e impactó en mis retinas. Esa boda, ay cómo promete esa boda. Y lo dije. Será una boda pasada por agua. Ya no habrá más pollomocos por delante. Cuando el cura hable de amor ellos se mirarán sin mirarse, sentirán sin tocarse y, de nuevo, miraremos al cielo. Porque el amor sigue ahí, intacto, a pesar de la terrible sequía que ha padecido a lo largo de los últimos meses. Espero que haya algo más de lo que mostraron en ese breve avance. Lo deseo, lo reclamo, lo pido de rodillas.

(Creo que las vacaciones me han provocado una lobotomía paquera y mundialera... seguro que más de una estará contenta, jejeje. He vuelto! Mylo la positiva está vivaaaa! He venido con energías y esperanzas renovadas. Gracias por seguir ahí. BESOS)